Acabo de llegar al punto final de Heredero de la Alquimia, y no tengo más remedio que hablar del buen sabor que me ha dejado. Aunque su autor, David Mateo, ya me había sorprendido varias veces con algún que otro relato (hay que ver cómo echo de menos los TDL de antaño…), esta era la primera novela suya a la que le hincaba el diente. Y os aseguro que no será la última.
Cuando un aficionado a la literatura fantástica como yo intenta compaginar sus horas le lectura con las de escritura, siempre se vale de la primeras para que le sirvan de referente a la hora de embarcarse en las segundas. Con Heredero creo que he recibido un par de lecciones. Cada vez que concluía un capítulo me decía a mí mismo: “así es como se tiene que hacer, así se escribe una buena novela”.
La personalidad de los protagonistas está cuidadísima, aunque el resto de los personajes no se queda atrás. Neferet y Akbeth, maestra y alumno, son el ying y el yang que se compenetran a la perfección dentro de la historia, una historia que no es otra que una aventura apabullante llena de homúnculos, ninfas, guerreros y hechiceros, batallando en escenarios tan bien descritos que me he tenido que detener a releer algunos párrafos sólo por el mero placer de aprender.
Heredero de la Alquimia es una historia de búsqueda, pero hay más, mucho más. Religiones y creencias enfrentadas, magias poderosas, sexo, violencia desmedida, reyes y demonios con nombre propio que a más de uno les resultará conocido, como muchas de las ciudades legendarias que el lector casi se verá cruzando con sus propios pies. ¿A quién no le suena Sodoma y Gomorra? ¿Quién no ha especulado con los secretos de los sumerios, del Antiguo Egipto o los lugares más emblemáticos del Antiguo Testamento? Akbeth y Neferet no son los únicos que han sufrido el arduo viaje alrededor del Mar de la Sal. Yo he olido la sangre en la batalla y el hedor en las celdas de Ajántum, he pasado calor en el desierto y miedo en una de cada veinte páginas.
Si tuviera que sacarle alguna pega, diría que le ha faltado un último toque de corrección, pero los pequeños deslices ortográficos cuentan poco cuando la nota general es tal alta.
David Mateo ha sabido combinar ciertos fragmentos de la historia de la humanidad con otros que sólo podían haber salido de una mente nacida para escribir fantasía, creando un mundo paralelo al nuestro que impactará al lector con su riqueza de detalles sin llegar a ser totalmente desconocido. Heredero de la Alquimia es una obra fascinante, original y bien documentada. Me atrevería a decir incluso que enriquece espiritualmente si se sabe exprimir algunos de los diálogos.
La gran cantidad de nombres extraños puede frenar a los que no estén acostumbrados a este tipo de literatura. Para mí eso no ha sido ningún problema. Ya cuando llevaba apenas un par de capítulos comenté que tenía pinta de convertirse en uno de mis favoritos este año. Llegado al punto final, no me queda más que repetirlo a los cuatro vientos.
El equilibrio del mundo está a punto de romperse. Elohim creó en la antigüedad los moldes divinos de las razas que pueblan los remotos dominios de Pangea y los dispersó a su voluntad. Muchos siglos después, extrañas criaturas asaltan las playas del Valle del Siddim y propagan la muerte entre los recolectores de asfalto que pueblan el Mar de la Sal.
La maestra sunu Neferet y su fiel discípulo Akbeth se embarcan en una cruzada que les llevará desde las fastuosas urbes de Sodoma y Gomorra hasta lo más profundo de Mesopotamia en busca de una verdad que podría sacudir los cimientos del mundo que conocen.
Embárcate con David Mateo en una aventura inolvidable por los recovecos de nuestra historia. Un mundo de egipcios y sumerios donde la sangre empaña la tierra del desierto y amenaza con llegar hasta los mismísimos cimientos de Jericó.
Heredero de la Alquimia: 656 páginas
Autor: David Mateo
Cubierta: Elena Dudina
Editorial: Ilarión
Interesante reseña. Ya le había echado el ojo a este libro. Y es que este autor me llamó la atención por que me gusta cómo escribe.
ResponderEliminarYa tenía ganas de ojear una novela de David desde que leí algo suyo en Sedice, y Heredero resultó ser lo que esperaba. Te lo recomiento.
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