Aunque aún me da pereza hacer de reseñador serio, creo que el libro del que voy a hablar merece unas líneas en este humilde blog.
Conocí a su autor, Jesús Cañadas, en uno de esos encuentros donde es extraño no acabar el día con la promesa de algún intercambio de textos entre escritores. Lo bueno de todo esto es que Jesús fue el primero en hacerme varios comentarios sobre mi novela y habló de lo orgulloso que estaba de compartir editorial con otros talentos. Me subió la moral por las nubes, pero sólo hasta que leí su manuscrito. Entonces fui yo el que tuvo que hablar de orgullo y envidias sanas. El Baile de los Secretos, que así se llama la maravilla, es uno de los mejores libros de terror fantástico (o fantasía terrorífica) que he leído. Sin bromas. Ya en las primeras páginas atrapa con su prosa casi poética, sus escenarios oscuros y ese tipo de personajes en los que bien podría verse reflejado cualquier lector. Y si de las primeras páginas se pasa a las siguientes, os aseguro que ya es imposible dejar de leer. Que se lo digan a mis uñas comidas. Aunque hay escenas viscerales, sangre a mares y mucho, mucho dolor, El Baile de los Secretos es básicamente una historia de amor, pero de ese amor que no empalaga a los lectores que, como yo, odiamos las historias simples de amor. Al terminar el libro, el título me pareció de lo más adecuado, pero no pienso decir por qué. Será un secreto, otro más que se suma al baile.
Es una novela para quitarse el sombrero, una obra de arte, ni más ni menos. Cada párrafo te lleva a un mundo fascinante donde campan a sus anchas los afectados por una plaga más real de lo que parece, niños sin ojos y seres que ni yo mismo podría definir como de ultratumba porque me quedaría corto. De vez en cuando uno tropieza con frases que son como proverbios chinos, lecciones de literatura resumidas en pocas palabras. A mí algunas me llegaron hondo, y eso no lo suelo decir muy a menudo. Además, reviví mi época rolera.
Encended una vela aromática (ya sabréis por qué), detened el reloj (si no queréis que el Relojero os lo robe), cerrad bien la puerta de casa (sobre todo si da al rellano de la escalera) y abrid la cubierta del Baile de los Secretos. En cuando deslicéis los ojos por los primeros párrafos, el corazón (si no os lo arranca el Rencor) os pedirá más. Hasta el punto final.
Algo oscuro se ha desatado sobre la ciudad de Mandressla. Una horda de monstruos recorre las calles amparados en un manto de niebla roja. Zeppelines vivos sobrevuelan los tejados, arrastrando cementerios ambulantes bajo su sombra. Un relojero loco ha robado el tiempo y lo ha escondido. Niños ciegos se esconden en la oscuridad bajo sus camas y escuchan las historias que cuentan los muertos. Hombres de ceniza protegen las lágrimas de desamor de la ciudad. Es el fin.
La única esperanza reside en un puñado de desconocidos provenientes de un lugar siniestro y maldito; un lugar llamado Tierra. Sólo ellos pueden ponerle nombre a la enfermedad que devora Mandressla. Sólo ellos pueden terminar con el baile de los secretos.
Autor: Jesús Cañadas
Portada: Albo López
Páginas: 304
He intentado dejarte un comentario antes, pero no ha surtido efecto. ¿Que qué ponía? Pues qué coño va a poner, cojones, que me has emocionado con tu opinión. Gracias y más gracias, Jordi.
ResponderEliminarQue nadie crea que no he sido sincero. El Baile es mucho baile, sí señor.
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